La resonancia magnética ha sido ampliamente aceptada como una especie de equipo de diagnóstico asistido por imágenes. El sistema de diagnóstico y tratamiento mínimamente invasivo guiado por resonancia magnética integra la tecnología de resonancia magnética y la tecnología de tratamiento mínimamente invasivo o incluso un tratamiento no invasivo basado en el diagnóstico por imágenes.

Si bien la mayoría de las técnicas ablativas se realizan actualmente con la ayuda de CT o

guía ecográfica, existen una serie de desventajas inherentes a ambas técnicas.

Aunque son rápidos y relativamente baratos, la guía ecográfica puede verse obstaculizada por la inaccesibilidad del tumor. Los gases en los pulmones y los intestinos interfieren con las imágenes ecográficas y ciertas lesiones, como las subfrénicas, no se pueden mostrar claramente en la ecografía.

La guía de TC es irradiante y los artefactos metálicos causados ​​por la antena de microondas tienen un impacto adverso en la calidad de la imagen de los tumores y, a veces, las exploraciones axiales no pueden mostrar la longitud completa de la antena de microondas. Además, la TC sin contraste durante la ablación no puede demostrar claramente el límite de las lesiones ablacionadas y, a menudo, ambas técnicas proporcionan una visualización deficiente del tumor y de la zona de ablación.

Debido a la mejor resolución de los tejidos blandos y la falta de exposición a la radiación, la guía por RM podría superar las desventajas de las otras técnicas.